sábado, 28 de diciembre de 2013

La experiencia pro bono en Nueva York de los coordinadores Rocío Balestra y Jorge Garnier: entrevista publicada en el newsletter del Cyrus R. Vance Center for International Justice





   La Comisión Pro Bono del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires se reunió con Rocío Balestra y Jorge Garnier, Coordinadores Pro Bono del Estudio Bruchou, Fernández Madero & Lombardi (BFM&L), quienes compartieron su experiencia de formarse y trabajar Pro Bono en Nueva York, en dos estudios líderes de reconocimiento mundial: Shearman & Sterling y White & Case.


  Tanto Rocío como Jorge  tienen varias cosas en común. Ambos se sienten orgullosos de pertenecer hace más de una década al estudio Bruchou, Fernández Madero & Lombardi. En los dos casos sus áreas de práctica de especialidad comercial distan de vincularse al tercer sector. Mientras Balestra es una abogada de una larga trayectoria en materia bancaria, financiera y cambiaria, Garnier es un abogado senior reconocido por su experiencia en derecho corporativo y defensa de la competencia. Sin embargo, los dos mesopotámicos desde siempre han tenido una fuerte inclinación a participar en temas de interés público y ser verdaderos agentes de cambio social.


  Los dos abogados tuvieron una experiencia trascendente que los marcó a fuego: desarrollarse en el campo de la abogacía Pro Bono en los estudios top de Nueva York - Shearman & Sterling y White & Case. A su regreso a Argentina, Balestra promovió intensamente la firma de la Declaración de las Americas[1] por parte del Estudio Bruchou y el diseño y la implementación de las políticas pro bono. Garnier desembarcó con una energía renovadora  para continuar desarrollando y mejorando la práctica en Bruchou. Ambos coinciden que la Comisión Pro Bono del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires ha tenido un rol fundamental para lograr el desarrollo del pro bono en su firma, sirviendo de usina de casos pro bono y siendo un espacio de intercambio y un ámbito de colaboración con los coordinadores pro bono de  importantes firmas de Argentina


  Comisión Pro Bono del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires (CPB): ¿Qué los motivó a participar en proyectos pro bono en Shearman and Sterling y White and Case, respectivamente?

  Balestra: Me decidí a trabajar en casos pro bono en Shearman y Sterling por dos razones. En primer lugar, soy consciente de que yo como abogada, tengo el deber y la oportunidad de llenar los vacíos de la justicia, proporcionando un servicio legal. Mediante la mejora de la accesibilidad de la justicia para los litigantes desfavorecidos, el desarrollo de modelos de financiación legal, y trabajando en proyectos y programas que aborden mejor las necesidades legales de nuestra sociedad, trabajar para tener un mundo más justo. En segundo lugar, estaba ansiosa por aprender cómo el trabajo pro bono se estructura en un estudio del nivel de Shearman & Sterling en Nueva York. Pensé que podía aprender estándares y prácticas innovadoras de pro bono a fin de aplicarlas luego en Argentina. Afortunadamente, la Socia Antonia Stolper http://www.shearman.com/astolper  (Nueva York – Mercado de Capitales), miembro del Comité Pro Bono de S&S, me ha alentado para que cumpla mis deseos de trabajar en casos Pro Bono.



  Garnier: Siempre los temas sociales me interesaron y he tenido una fuerte vocación por ellos. En este sentido, no hubo mucho que insistir y ante una necesidad puntual de abogados que habláramos español, me ofrecí a colaborar y ese fue el puntapié para luego integrar otros equipos y trabajar en una multiplicidad de asuntos pro bono que me permitieron adquirir una experiencia más que enriquecedora. 


  CPB: ¿Cómo fue la experiencia de trabajar en materia Pro Bono en los estudios más importantes de Nueva York?

  Balestra: Fue una experiencia única que me cambiaría en todo sentido. Me generó la convicción de la necesidad imperiosa de replicar el esquema pro bono en Argentina adaptándolo a la idiosincracia propia de nuestro país y de la actividad de los estudios argentinos. Se impregnó en mi la noción de mi profesión como agente de cambio social.

  Garnier: El team Pro Bono de White & Case NYC es sin mucho rodeo, una aplanadora. La energía, dedicación y pasión que transmiten cada una de las personas que tienen la posibilidad de hacer Pro Bono en la firma es realmente algo que la diferencia entre sus pares y que la posiciona como una de las líderes del mercado en esta disciplina también. Yo no fui ajeno a esa energía que contagia y no dudé en sumarme a diferentes proyectos Pro Bono en los que me invitaron a participar.


  CPB: ¿En qué temas Pro Bono participaron?

  Balestra: He trabajado tanto en casos de pro bono internacionales y como de temas de ley americana. Uno de los casos internacionales de pro bono fue un proyecto de ley de Abogados sin Fronteras (LWOB, según sus siglas en inglés), que es una organización no gubernamental internacional con oficinas en Canadá, Estados Unidos y Reino Unido. LWOB tiene estatus consultivo especial en las Naciones Unidas y está acreditada como una organización de la sociedad civil por parte de la Organización de los Estados Americanos. He asistido a LWOB en la publicación de su primer texto acerca del estado de derecho en Cuba.

  El caso pro bono de derecho americano consistió en la prestación de asistencia jurídica en una petición de asilo político debido a una persecución basada en razones de género.

 Garnier: Trabajé en temas tan variados como interesantes que tocaron derechos civiles y políticos, menores, violencia de género, asilo internacional, fundaciones, microfinanzas, etc. Esta experiencia de trabajo pro bono en Nueva York me permitió conocer realidades sociales de una ciudad que, aún con todo el esplendor que presenta y que sin dudas nos atrapa y nos envuelve, también esconde los problemas estructurales y sociales típicos de las grandes urbes (discriminación, violencia, trabajo ilegal, etc.).


  CPB: ¿Qué cosas llamaron tu atención de la práctica Pro Bono en Nueva York?

  Balestra: Sin lugar a dudas me sorprendió muchísimo el profesionalismo con el que se trabaja en el los temas pro bono dándoles a los clientes pro bono el mismo trato y calidad laboral que a los clientes comerciales. A su vez, me impresionó lo arraigada que esta la cultura pro bono que todos los abogados saben que es su deber y responsabilidad social el brindarse a su comunidad a través de la práctica pro bono.

  Garnier: El modo que tienen de encarar el trabajo pro bono parte de un concepto distinto. Planteada la necesidad del cliente pro bono, no interesa el área del derecho a la que te dediques, en todo momento se puede estudiar y aprender, ese es quizás el modo en que se resume este distinto punto de partida. Lo importante es tener ganas de involucrarse, usar el sentido común y ser abogados en su sentido más puro. Esta visión de los americanos de la abogacía pro bono marca una diferencia con nosotros que, sin entrar a hacer un juicio de valores, nos debe permitir comprender que con este modo de trabajo hoy son pioneros en el tema y han logrado seducir a las grandes firmas y empresas (y por efecto cascada a sus miembros) a apostar por la abogacía pro bono como una realidad innegable y necesaria en la práctica profesional de la abogacía de hoy. Para graficar lo que menciono arriba, pongo como ejemplo que en 2012 la práctica pro bono de White & Case involucró a más del 50% de los asociados de la firma a nivel global (un total aproximado de 1250 asociados que dedicaron aproximadamente 88.000 horas a la prestación de servicios legales pro bono).


   CPB: ¿Cuál sería tu consejo para los abogados que están interesados en participar en temas Pro Bono?

  Balestra: Recomiendo fuertemente que empiecen contactar a quienes hacen trabajo pro bono y tomen un enfoque práctico. Hay muchas nuevas oportunidades para los abogados corporativos y más allá del campo de los litigios que les permiten utilizar sus conocimientos jurídicos y habilidades. Los abogados también pueden hacer el trabajo legal y política e incluso trabajar en iniciativas internacionales de gran escala. Sugeriría que no duden en salir de sus áreas específicas de práctica, porque las habilidades legales son transferibles y nuestro conocimiento como abogados nos puede servir en la navegación de una serie de cuestiones que pueden tener un impacto importante y positivo en nuestra comunidad. Los casos pro bono afectan directamente la vida de las personas de una manera significativa y duradera. Se puede hacer más de una diferencia en las vidas de muchas personas que lo necesitan. Con el tiempo se puede mejorar mucho y esto también ayudará a fortalecer el acceso a la justicia en Argentina.

Garnier: ¡Tienen la puerta abierta, no dejen pasar la oportunidad y entren!